Uno de los primeros indicios de que Google podría expandirse más allá de la búsqueda en todo tipo de direcciones interesantes e inesperadas fue tras el lanzamiento de Google Maps en 2005.
Tras muchísimas adquisiciones, el proyecto de Google Maps ha crecido a lo largo de los años para agrupar imágenes de satélites, de puntos de interés, vistas de las calles, navegación paso a paso, condiciones del tráfico, transporte público, y mucho más en una sola plataforma.
Su aplicación nos consigue llevar a donde tenemos que ir todos los días pero, ¿estás seguro de que le estás sacando el máximo rendimiento?
En el menú (deslizando desde la izquierda en la app), entra en la opción Compartir ubicación. También puedes acceder pulsando sobre tu propio icono. Ahí podrás compartir tu localización en tiempo real a través de un enlace durante el tiempo que tu quieras, algo muy práctico si quedas con alguien y no tienes que estar dando explicaciones de cómo es la zona.
Una de las más útiles. Sales del coche en un sitio donde no has estado, o sales de fiesta y lo dejas para recoger al día siguiente, o incluso en un párking enorme. Con esta opción, no volverás a pasar media hora pensando en dónde lo habías aparcado.
Para activarlo, pulsa sobre tu localización (el punto azul) cuando te bajes del coche y elige la opción Guardar aparcamiento. Puedes añadir notas, tiempo restante (si hay parquímetro) y hasta fotografías de la zona.
¿Vas a hacer un largo viaje en coche? Lo lógico es que hagas alguna parada. Si quieres, puedes marcar cada una de las paradas en tu ruta pulsando en los 3 puntos de arriba a la derecha (una vez escogido la ruta). Puedes añadir todas las que quieras.
Dependiendo de dónde te encuentres, algunos sitios tienen la opción de poder reservar un taxi. Sólo tienes que seleccionar la ruta que quieres realizar y elegir la opción en la que aparece una persona llamando a un taxi. Por ejemplo, en Madrid tienes la posibilidad de escoger entre Uber, Cabify o mytaxi.